La idea detrás de Santurce Pop
La rehabilitación de Santurce como un centro de comercio, arte y vida nocturna va viento en popa, con proyectos como Santurce es Ley en la Calle Cerra y la racha de bares y restaurantes abriendo cada día en la Calle Loíza. No obstante, la Avenida Ponce de León, el espacio entre medio de estos barrios, aún le queda un largo camino por recorrer. Tomando como pie forzado a Santurce como ciudad creativa, una pareja de profesionales de las artes y la comunicación montaron Santurce Pop, adaptando el concepto del pop-up shop a la histórica avenida.
Santurce Pop se encuentra justo antes de Miramar, en un edificio pintado de negro que, anteriormente, había sido la casa de la tienda Clubman. En un proceso que llamaron “fast and furious”, Carla López y Fernando Gorrochategui —una pareja de jóvenes profesionales en el diseño y el mercadeo— adquirieron el edificio y lo habilitaron como un “mercado”, donde diversos comerciantes, en específico enfocados en industrias creativas, pudieran tener sus tiendas y exponer sus productos en una zona con mucho tráfico de personas.
A un año de comenzar operaciones, ¿cómo le han dejado saber a la gente de qué se trata Santurce Pop y qué hay tras sus puertas? Esta fue una de las preocupaciones principales durante la conceptualización del branding. “Nosotros no tuvimos tiempo de analizarlo mucho”, cuenta López. “Siempre pienso que no podemos ser muy rebuscados porque se lo complicamos a la gente. Ya nada mas con Santurce Pop, la gente se queda como que... Por lo menos ahora está de moda el pop-up shop, pero cuando abrimos, la gente nos preguntaba cosas como: ‘¿aquí venden popcorn?’ Unas cosas que eran súper cómicas”.
“En cuanto al branding per se, tiene la bomba del pop y el recuadro simboliza los espacios que alquilamos”, explica Gorrochategui, quien es diseñador gráfico de profesión, y conceptualizó la marca y el logo del espacio. “El pop es por temporada, eso permite que la gente, si no le va bien, se puede ir y no ha perdido mucho, solo un mes de renta en vez de seis meses de renta. No queda mal con nadie porque es un concepto pop-up. Creo que es algo bien flexible que permite que nadie quede mal, que experimenten con el espacio y con el área.”
Esto también se refleja en las afueras del edificio, que recientemente fueron pintadas de negro, lo que hace resaltar las vitrinas y el espacio de Baraka Coffee Company, uno de los diversos negocios dentro de Santurce Pop. Esto, según cuenta Gorrochategui, dará pie a lo que eventualmente será un rebranding. “Ya han pasado ciertas cosas, ya hemos crecido, ya hemos pintado el edificio que le da una identidad más sólida a lo que es el espacio. Es un espacio de productos de diseño, así que queríamos algo monocromático y que la gente pudiese reconocer.”
En el centro de la rehabilitación
La pareja explica que esta especie de mercado es sólo una de las diferentes cosas que pueden formar parte de la rehabilitación de esta parte de la ciudad. Su ubicación, a metros de atracciones como Santurce es Ley, el Museo de Arte de Puerto Rico, el Museo de Arte Contemporáneo y el Conservatorio de Música le da acceso privilegiado y barato a diseñadores, comerciantes y profesionales de industrias creativas para probar la funcionalidad de sus ideas. Las rentas de los espacios son mes a mes, cosa que abaratan los costos de un store front y ha beneficiado a los diseñadores con incremento de negocio.
“En octubre, para una presentación, le hicimos un Survey Monkey a los que habían participado, y el 60% de los participantes tuvieron un incremento de 40 por ciento o más en ventas”, dice López. “Yo siempre digo que es casi por osmosis porque nada mas con estar aquí hay un trafico de personas. Vale mucho tú hacer tu mercadeo, pero el mero hecho de que tengamos el café, los restaurantes, quizás hasta tiendas que han tenido su público, pues ya personas entran, dan la vuelta, y les ha ido bien”.
A largo plazo, la pareja explica que quieren que Santurce Pop se convierta en un centro que atraiga turistas y tráfico peatonal nocturno. Además, el concepto también podría servir como modelo para otros que quieran desarrollar el área. “Este proyecto es una forma bastante costo-efectiva para darle vida a un edificio”, dice Gorrochategui. “Si hay personas interesadas en tener algo similar en la avenida, hay cosas que pueden estar pasando: espacios de galería, espacios para una tienda en particular, hay cosas que deben experimentar”.